Para poner en marcha una startup aquí hay diferentes fuentes a las cuales se puede acceder. 
Cuando la fase de “family, friends & fools” ya ha pasada, vale la pena considerar las vías existentes 
de la financiación pública.

Al principio es aconsejable definir el tamaño de la nueva empresa, el sector del mercado en el 
que va a operar y luego buscar fondos escogiendo el instrumento de financiación más conveniente. Esto se aplica no solamente a un negocio futuro que no debe morir en el intento, sino también a las compañías con la historia que necesitan desarrollarse, crecer y consolidar.

Hoy en España hay una serie de créditos y préstamos ofrecidos al nivel español y europeo y dirigidos a startups y pymes. Estas opciones incluyen:

ENISA: la Empresa Nacional de Innovación, S.A. es una sociedad mercantil adscrita al Ministerio de economía, industria y competitividad especializándose en financiación de proyectos innovadores y que tiene tres líneas de crédito (emprendedores jóvenes, empresarios y de crecimiento). En todos los casos estos son préstamos participativos y sus condiciones dependen de la edad del empresario, del tiempo durante el cual opera la empresa y de la cantidad de dinero que solicita.

Préstamos ICO: el Instituto de Crédito Oficial (ICO) pertenece al mismo Ministerio que ENISA y está destinado para el apoyo de la actividad empresarial ejecutada por entidades públicas y privadas, españolas y extranjeras. El campo de esta actividad puede ser cualquiera y el importe máximo ascende 
a 12.5 millones de euros.

Venture Capital: es un sinónimo del capital riesgo que se interesa en las startups en sus etapas más tempranas. En 2015 la inyección total en los proyectos emprendedores españoles hizo 395 millones 
de euros.

Business Angels: ellos son inversores que contribuyen el dinero, la experiencia y sus contactos con el objetivo de sacar una ganancia en el futuro. La cantidad de dinero que Business Angels son capaces de invertir oscila entre los 25.000 euros y los 250.000 euros.

Crowdfunding: es una opción que ha sido muy popular recientemente y que permite financiar una startup a través de Internet con la participación de un gran número de inversores individuales.

Direct lending: son los créditos prestados por las empresas financieras de capital privado. Las plataformas de crédito online, por ejemplo, Spotcap, emplean la tecnología que ayuda a evaluar los datos reales de las pymes que quieren ampliar su negocio. Se distinguen por una respuesta rápida, los préstamos casi instantáneos y los intereses muy bajos.

Crédito bancario: fundamentalmente un banco puede ayudar a una startup mediante una póliza de crédito o un préstamo. La póliza permite usar cierta cantidad de dinero durante un período de tiempo acordado sólo pagando los intereses. Es un instrumento financiero apropiado para cubrir la necesidad de fondos a corto plazo (entre seis meses y dos años) y aplazar el pago por mercancías y servicios adquiridos. En caso de un préstamo simplemente tiene que solicitar un monto necesario al banco y después devolverlo a plazos, un interés incluso.

Cualquiera que sea su meta empresarial y la fase de desarrollo de su empresa o proyecto, siempre hay oportunidad para acceder al financiamiento más adecuado desde el punto de vista de las necesidades 
de su negocio y las ofertas disponibles en el mercado financiero para cada caso particular. Y es su tarea de decidir si quiere competir por fondos privados en etapas iniciales de la existencia de su negocio o quizás un banco podría ser su mejor aliado para sacar adelante sus proyectos. ¡Buena suerte!